El proyecto ‘stolpersteine’ en Madrid
Hace días, caminando por Gran Vía, algo en el suelo llamó mi atención. Al leer el nombre lo primero que hice fue buscar en internet aquel misterioso nombre. Doroteo Gordo fue el portero de aquel edificio, ubicado en Gran Vía 9. Un día atravesó esta puerta para no regresar jamás a la que era su casa. Fue deportado a un campo de concentración y nunca más se supo qué pasó con él. Pero, ¿Qué era aquella placa dorada? ¿Quién la había puesto ahí? Indagando un poco encontré la respuesta a todas mis preguntas. Aquel pequeño cubo de cemento es parte del Proyecto Stolpersteine, una iniciativa del artista alemán Gunter Demnig que busca honrar la memoria de todas las víctimas del nazismo, sea cual fuere el motivo, entre los años 1933 y 1945. Estos pequeños bloques de cemento se colocan a las puertas del último domicilio que habitó la víctima de manera voluntaria. Y es que ‘stolperstein’ significa literalmente “Piedra del tropiezo” ya que con su presencia, lo que pretenden es que nos detengamos y nos inclinemos a leer lo que pone. Al hacerlo, de manera inconsciente, estaremos mostrando nuestro respeto a la persona que se le recuerda. En total, desde el año 1992, se han instalado más de 75.000 placas en 29 países. Por las calles de Madrid hay repartidas varias. Si te encuentras una en tu camino, no olvides detenerte ante este pequeño y discreto monumento. Ya sabes lo que dicen, las personas solo mueren cuando se les olvida.