6-locales-miticos-de-musica-en-madrid

6 locales míticos de música en Madrid

¿Qué sería de Madrid sin música?

Tupperware Madrid

Tupperware

Madrid siempre se ha caracterizado por tener una amplia cantidad de locales donde poder disfrutar de la mejor música. En este caso, nos centramos en locales donde poder disfrutar del indie más actual o bien donde disfrutar de esos clásicos que nunca mueren. Locales con una mucha solera a sus espaldas o algunos que se han ido labrando una reputación durante estos años y que han logrado sobrevivir con el paso del tiempo.

Más de uno se verá identificado con estos lugares, donde han tenido lugar noches locas, en las cuales hemos podido conocer amigos para toda la vida, canciones que no conocíamos aún, artistas que ni nos sonaban y quién sabe si algún que otro amorío… En definitiva, lugares que han formado o siguen formando parte de nuestras rutas nocturnas por ese Madrid tan gato y que tanto nos gusta.

Al final del artículo puedes consultar el mapa con todos estos locales míticos de música.

Moloko Sound Club

6 locales míticos de música en Madrid - Un buen día en Madrid

Moloko Sound Club

Situado en Calle Quiñones 12 junto a la Plaza de las Comendadoras, cerca de los metros de Noviciado y San Bernardo, nos encontramos con Moloko Sound Club. Un lugar que lleva pinchando buena música y creando un ambiente perfecto desde el año 97. Desde entonces Sabi y Rocío consiguen que pasar parte de la noche o la noche entera en su local sea de las mejores formas de pasar el fin de semana. Wilco, The Stone Roses, León Benavente o La habitación roja, serán algunos de los grupos que podamos escuchar en sus sesiones que podremos disfrutar de jueves a sábado de 21:30 a 3:30 h. 

Más información: Web | Instagram | Facebook

La Vía Láctea

6 locales míticos de música en Madrid - Un buen día en Madrid

Vía Láctea

Si pasas por la calle Velarde en pleno barrio de Malasaña sabes que hay un sitio que tienes que visitar. Se trata de La Vía Láctea. Lleva abierto desde el año 1979, y en su vetusto interior, se han desarrollado alguno de los momentos más mágicos de la noche madrileña. ¿Quién no recuerda La Vía Láctea y su billar? Pero, aparte de ese detalle, en La Vía Láctea se puede observar todo un auténtico museo de póster y recuerdos varios que forrar sus paredes, no obstante, hay que recordar que La Vía es uno de los locales que aún sobreviven de la movida madrileña. Aunque en su interior no se pueda bailar siempre, es un buen refugio para empezar la noche o terminarla.

Abre todos los días de la semana de lunes a jueves en horario de 19:00 a 3:00 h,  viernes de 19:00 a 03:30, sábados de 18:00 a 03:30 y domingos de 20:00 a 03:00h.

Más información: Facebook

Tupperware Club

6 locales míticos de música en Madrid - Un buen día en Madrid

TupperWare Club

Situado en el número 26 de la Corredera Alta de San Pablo, nos encontramos con otro de esos locales míticos de Madrid, el Tupperware Club o el Tupper como se le conoce en argot. Un local donde su decoración que es una mezcla entre psicodélia y años 80 nos hará transportarnos a otra época, siempre acompañados del mejor ambiente y música situado en pleno barrio de Malasaña.

Dentro del local y de sus dos plantas disfrutaremos de la mejor música indie y de unas sesiones interminables por parte de sus Dj´s. Eso sí, tal es el ambiente del Tupperware, que hay que ir pronto si queremos poder tomar asiento o simplemente un buen lugar donde disfrutar de una copa.

Su horario es de lunes a domingo a jueves de 20:00h a 3:00h, viernes de 21:00h a 3:30h y sábados de 20:30h a 3:30h.

Más información: Instagram | Facebook

Moby Dick Club

6 locales míticos de música en Madrid - Un buen día en Madrid

Moby Dick Club

Situada en la Avenida de Brasil número 5, muy cerquita del Paseo de la Castellana, nos encontramos con otro de esos locales con solera, donde se puede disfrutar de la mejor música de Madrid. Estamos hablando de la sala Moby Dick Club, un lugar donde podremos pasar nuestras noches más largas y que en verano pone a disposición de todos los que lo visiten una magnífica terraza.

Moby Dick se caracteriza por hacer un repaso por el mejor indie rock, tanto nacional como internacional, aunque también cuenta con otros géneros como urban, metal, soul, jazz, folk… y por ser perfecto para asistir a un buen concierto o ir de afterwork.

Moby Dick  siempre será ese espacio donde cae una buena sesión todos los días o alguno de sus habituales conciertosSu horario es  los miércoles de 21:00h a 01:00h, jueves de 21:00h a 03:00h, viernes y sábados de 21:00h a 06:00h y los domingos en función de la programación.

Más información: Web | Instagram | Facebook

El Penta

6 locales míticos de música en Madrid - Un buen día en Madrid

¨Luego por la noche al Penta a escuchar canciones que consiguen que te pueda amar¨ cantaba Antonio Vega en su canción ¨La chica de ayer¨. Y es que el Penta es otro de los símbolos vivientes de la movida madrileña. Con más de 40 años de vida, este lugar ha visto crecer a varias generaciones de madrileños entre sus paredes, y ha visto como el barrio de Malasaña se ha convertido en un lugar donde rememorar épocas pasadas escuchando el mejor pop español y el rock que nos llega más allá de nuestras fronteras.

Entre semana, de domingo a jueves, lo encontraremos abierto de 21:00 a 3:00 h, y los fines de semana y víspera de festivos amplía su apertura hasta las 3:30 h para que disfrutemos al máximo de la experiencia de estar en El Penta.

Más información: Web | Instagram | Facebook

La Sala Maravillas

6 locales míticos de música en Madrid - Un buen día en Madrid

La Sala Maravillas o Maravillas Club (C/ San Vicente Ferrer 33) es otro de esos locales que debemos visitar cuando salgamos por Madrid. Conocida no solo por sus conciertos (una de las facetas que tenéis que explorar de la sala),sino por sus eternas sesiones que duran hasta el amanecer. Dos espacios diferenciados hacen de la Sala Maravillas el lugar perfecto para perderse y disfrutar de una buena noche de música. Abre de miércoles a domingo desde las 00:00h y hasta las 6:00h.

Más información: Web | Instagram | Facebook

Consulta nuestro mapa para saber dónde están estos locales míticos de música en Madrid.

¿Dónde están estos locales míticos de música?

¿Cómo elegir los locales míticos de música en Madrid?

Hoy en día, en cualquier bar que entremos podremos escuchar música de fondo, pero no hablamos de eso cuando nos referimos a locales míticos de música, de esos que han sobrevivido a lo largo de los años, al crecimiento de nuestra ciudad y la apertura de cientos de bares más. Nosotros nos preguntamos, si han sobrevivido con el paso del tiempo será porque tienen algo que les hace especial, ¿no?

Lo primero que debemos buscar en un buen local de música de verdad es eso, buena música, un lugar donde puedas rememorar antiguos temazos del rock y el pop español que nunca pasan de moda. Otro requisito esencial -al menos en mi caso- es que haya variedades de cerveza. No negaréis lo reconfortante que es sentarte en la mesa de un bar mientras escuchas sonar a los Celtas Cortos con una buena cerveza en la mano. El ambiente también es algo muy importante aquí, ver que la gente que frecuenta estos locales son personas que al igual que tú o que yo deciden ir a pasar unos buenos ratos de risas rememorando viejos tiempo.

Estos son locales míticos de música, donde conocerás el Madrid gato que muchos desconocen. Si quieres sabes cuáles son los bares más castizos de Madrid, lee nuestro artículo.

Leer más
lavoisier,-la-cerveceria-de-malasana-que-marca-diferencia

Lavoisier, la cervecería de Malasaña que marca diferencia


Martín López

Hace poco más de una década que en Madrid Diferente dábamos cuenta de la apertura de las primeras tiendas y cervecerías especializadas en cerveza artesanal en Madrid; así como de pequeñas micro cerveceras que se instalaban en la ciudad y que incluían una zona de bar para que pudiéramos degustar in situ sus cervezas acompañadas (o no) de algún que otro bocado. Hoy siguen produciéndose nuevas aperturas, pero estas han dejado de ser noticiables. Hasta ahora, que ha llegado Lavoisier con una propuesta que se desmarca del resto: cerveza artesanal elaborada con sobras de pan. Su creador es Christophe Chevallier, un francés que hasta la fecha había trabajado en diferentes restaurantes de alta cocina, que ha conseguido dar un paso más en el mundo de las cervezas introduciendo un nuevo ingrediente en su elaboración, el pan.

LAVOISIER

Los cuatro ingredientes necesarios para la elaboración de una cerveza son agua, lúpulo, lavadura y malta; el último elemento es, tras el agua, el elemento con más peso. La malta es un preparado de cebada y otros cereales que han sido sometido a un proceso conocido como malteado, cuyo control por parte de los maestros cerveceros es clave para determinar el sabor de la cerveza y su color. Pues bien, en este proceso Christophe ha sustituido un 30% de la malta por pan seco del día (en su mayoría hogazas) que las panaderías del barrio no han conseguido vender. Con ello consigue que la cerveza que fabrica en una cervecera de Arganda del Duero tenga un sabor genuino; sí sabe a cerveza, pero con un puntito especial que agrada notablemente al paladar. La ha bautizado con el nombre de Lavoisier, en honor al químico francés que dijo aquello de «nada se crea, nada se destruye, todo se transforma»; es lo que él hace con las sobras de pan, transformarlas en cerveza.

LAVOISIER

Parte de esa cita, «Todo se transforma», la encontramos en el luminoso que nos recibe nada más entrar a esta cervecería de Malasaña. Pero no es el único homenaje a uno de los principales protagonistas de la revolución científica en el s. XVIII, en el salón del fondo hay un mural donde le podemos ver brindando con una de las cervezas que llevan su nombre. Llevan la firma de la arquitecta e ilustradora Carmen Corrales; a ella también pertenece el otro gran mural de la entrada en el que se explica con detalle todo el proceso de creación de las cervezas Lavoisier. Ya solo toca dirigirnos hacia la barra, elegir el estilo que más nos seduzca y pedir que nos sirvan una o media pinta.

DIFERENTES ESTILOS Y PLATOS PARA PICAR

Una pizarra sobre los grifos nos indica los diferentes estilos que tienen pinchados, los grados de alcohol y el precio: Pilsen, Blonde Ale, IPA, Blanca, Iris Red Ale e Imperial Stout. A ellas hay que sumar dos más sin alcohol (Pale Ale y Amber Ale) y otra cerveza estacional, que cambia según la temporada. Si queremos acompañarlas con algo de picoteo -muy recomendable por las sorprendentes armonías que ofrecen las cervezas de pan- cuenta con una pequeña carta de bocados sencillos pero muy gustosos. A saber, humus con pan de pita, empanadas argentinas de Graciana (nuestra marca favorita), tablas de quesos españoles o franceses (en tamaño para 2 y 4 personas), tabla de embutidos y bocadillos calientes (el de queso Brie con sobrasada, nos dicen que es tremendo).

LAVOISIER

Además de por el concepto, en Lavoisier nos llamó la atención su amplio salón, repartido en diferentes áreas válidas para todo tipo de ocasiones. Las mesas altas de la entrada animan a encuentros informales, para tomar unas cerves, charlar y picar algo si surge. Al fondo, mesas bajas para reuniones de grupo y cenas más convencionales; y entre ellas, un saloncito súper apetecible, con un Chester y algunas butacas en las que, literalmente, te vas a sentir como en casa. Cuando nos enteramos que tanto el diseño como la decoración y la iluminación de la sala eran también obra de Cristophe no tardamos en felicitarle. Sobrio, elegante y cálido a al vez, ¡eso es tener buen gusto!

Siguiendo la teoría de Lavoisier, buena parte del mobiliario son objetos con historia que han sido reciclados para nuevos usos: sillas de colegio, luces de puerto… Pero el más llamativo de todos es un barril centenario que encontró cuando adquirió el local y que ha sido convertido en un velador que nos recuerda al de las tabernas de antaño. Estamos seguros que el químico hubiera aprobado en su totalidad el proyecto de esta cervecería, ¡y con nota!

¿Te ha gustado?

¡Valóralo!

Leer más
‘bar-malos’,-las-zapatillas-y-las-croquetas-del-mitico-melo’s-aterrizan-en-malasana

‘Bar Malos’, las zapatillas y las croquetas del mítico Melo’s aterrizan en Malasaña

Los mismos ingredientes de siempre, pero en un ambiente más “juvenil”, como les gusta decir a ellos. El legendario Melo’s ha desembarcado en Malasaña con sus básicos de toda la vida, sin hacer ninguna concesión. Apostando por las croquetas cremosas, las zapatillas de infarto, las empanadillas caseras, los auténticos pimientos de Padrón y un par de recetas nuevas que siguen estando al nivel.

Malos, las zapatillas y las croquetas del mítico Melo’s aterrizan en Malasaña

Lo primero que hay que aclarar es que detrás de esta mítica taberna ya no se encuentran ni Ramón ni Encarni. El local de Lavapiés fue traspasado a tres jóvenes (Rafael Riqueni, Ignacio Revuelta y Alejandro Martínez) que decidieron mantener el espacio tal como estaba. El Melo’s acababa de resucitar en su enclave original con el mismo sentimiento de barrio y cercanía con el que fue creado.

Sin embargo, Rafael tenía una espina clavada. ¿Por qué no trasladar esas mismas recetas a un barrio diferente? Y así lo hizo, se unió con Alex, el cocinero de los tres, con una amplia experiencia en restaurantes de Nueva York, y llevaron los básicos del Melo’s a la calle Velarde. Esta vez, con carteles de películas y series como ‘El Padrino’, ‘The Office‘ o ‘El Silencio de los Corderos‘ en sus paredes y un mural de la artista Udatxo frente a la barra que reproduce una fotografía de la vecina Plaza 2 de Mayo de los años 60. En los altavoces, mucha música de los ochenta, que ayuda a ambientar unas mesas que casi siempre están hasta arriba.

Malos, las zapatillas y las croquetas del mítico Melo’s aterrizan en Malasaña

LAS ZAPATILLAS DE LACÓN Y LAS BRAVIOLIS DE ‘EL PARADOR’

Otra de las diferencias y virtudes del Malos (sin apóstrofo), con respecto a la casa madre, es que aquí se puede reservar, algo que no se permite en el bar de la calle Ave María, con innumerables colas cualquier día de la semana. El otro punto, que también hace que el enclave malasañero resulte más apetecible, es la inclusión en carta de dos nuevos clásicos. El primero de ellos son las patatas bravas (‘Braviolis’, como figuran en la carta), que elabora tal y como se hacían en el legendario bar El Parador, cerca de los bajos de Moncloa. Ellos le meten una salsa brava original y un alioli hecho de ajos asados muy lentamente. Una exquisita finura. Lo segundo es su tarta de queso, una versión del postre que dio a conocer el restaurante La Viña de San Sebastián, aunque aquí lo hacen con sus propios quesos.

Malos, las zapatillas y las croquetas del mítico Melo’s aterrizan en Malasaña

Y, claro, las zapatillas con pan de hogaza del Museo del Pan Gallego, lacón a la plancha y queso de tetilla fundido. Todos los proveedores son los mismos que tenían Ramón y Encarni. Las croquetas de lacón han conseguido que no sean tan líquidas, que ganen levemente en cremosidad y sabor. Eso sí, sin perder la identidad que las hizo populares.

Malos, las zapatillas y las croquetas del mítico Melo’s aterrizan en Malasaña

A las doce de la noche, cuando llega el fin de semana, la intensidad de las luces disminuye, se sube el volumen del equipo de música y empiezan a salir de la barra cañas y cócteles. Muchos dobles de barril, tercios de todo tipo y copazos, como indican en la breve hoja que hay repartida por las mesas. Entre ellos hay mezclas de fantasía a las que le tienen pillado el punto. Es el caso de un Moscow Mule, clásico y bien ejecutado; un Old Fashioned con bourbon o un Strawberry Fields, la bebida con vodka y fresas creada por la bartender norteamericana Trina Nishimura.

Rafa y Alex parece que tienen la llave del éxito, empezaron en un momento algo difícil, justo a finales de 2021, cuando Omicron protagonizaba los telediarios, pero ahora están muy arriba. Malasaña necesitaba algo de la identidad que Lavapiés le había robado estos últimos años. Y qué mejor que revivir al Melo’s, historia del tapeo madrileño.

Malos, las zapatillas y las croquetas del mítico Melo’s aterrizan en Malasaña

¿Te ha gustado?

¡Valóralo!

Leer más
‘cafe-de-ruiz’,-mucho-encanto-y-una-carta-sencilla-para-conquistar-malasana

‘Café de Ruíz’, mucho encanto y una carta sencilla para conquistar Malasaña

En Madrid hay muchos cafés con historia y encanto, y aquí llega uno de ellos. De esos que, independientemente de lo que haya ocurrido entre sus paredes, transmiten la sensación de haber acogido grandes e interesantes charlas de intelectuales de otro tiempo. Esa es justo la vibra que nos invade cuando cruzamos la puerta de Café de Ruiz, un local que tuvo su época dorada en los 70 y 80, y revive con fuerzas renovadas en pleno siglo XXI conservando su estética original. En este establecimiento malasañero podemos desayunar, almorzar e, incluso, cenar a un precio imbatible. Una propuesta sencilla en un local que, simplemente, encandila.

Tal y como indica su propio nombre, la calle de Ruíz, cercana al Dos de Mayo, es la ubicación de este café. Después de un tiempo cerrado, Sergio Ochoa ha vuelto a hacer de las suyas y a otorgarle una segunda vida a uno de los históricos del centro de Madrid. Decimos hacer de las suyas porque antes de esta aventura ya le ha concedido una segunda oportunidad a Corazón, Casa Macareno y Bodegas El Maño. En esta ocasión, es este un espacio que en 1977 abrió sus puertas para reunir a los intelectuales más progresistas del Madrid de la época que organizaban sus tertulias en este rincón de Malasaña.

CAFÉ DE RUIZ café histórico con encanto en Malasaña

Su estética, que Ochoa ha querido mantener intacta, se inspira en un café vienés y mantiene tres espacios diferenciados: un primer salón que invita a un desayuno o un picoteo con cañas, y que recibe toda la luz de las grandes ventanas que se abren a la calle. A continuación, subiendo un par de peldaños, llegamos a la parte más especial del local: un salón más amplio de sillones rojos que, sin duda, es el lugar en el que dejar volar las musas y nos traslada a otro tiempo. Esta zona -nos comenta Sergio-  mantiene estéticamente la apariencia de antaño aunque sí que ha tenido que restaurar toda la tapicería. Por último, mediante un estrecho pasillo accedemos a la última parte de Café de Ruíz: otro pequeño salón que conecta con la barra del espacio principal y en el que en otro tiempo se organizaban tertulias, una costumbre que el actual propietario ha querido mantener. Por eso, en esta zona llamada ‘la granja’, los lunes y martes hay encuentros literarios abiertos al público.

COCINA SENCILLA PARA DISFRUTAR

Aunque Café de Ruíz mantiene el espíritu de siempre, Ochoa ha querido innovar en la parte gastronómica. Por eso, además de los cafés, ha incluido una sencilla carta que abarca desde la hora del desayuno hasta la cena pasando, por supuesto, por algunas sugerentes propuestas para el mediodía. Si bien es cierto que se trata de una carta escueta, nada defrauda. Muchos de ellos saben a bar de toda la vida -que por algo estamos aquí- y otros innovan y tienen matices más internacionales.

Por ejemplo, aquí no falla el desayuno más clásico con un buen café y un pincho de Tortilla de patatas con huevos camperos, con cebolla y poco cuajadita, por supuesto. Pero también hay, por ejemplo, Huevos benedictinos o una apetecible Tostada de aguacate con granada. Sergio ‘justifica’ esta presencia de recetas tradicionales y otras más actuales porque quiere mantener la clientela habitual que tenía este espacio e incorporar a los más jóvenes, quienes no conocieron la antigua vida del café.

CAFÉ DE RUIZ café histórico con encanto en Malasaña

Más contundentes e ideales para un almuerzo o una cena encontramos sus dos sándwiches estrella. Por un lado, hay una reinvención del Sándwich mixto, que aquí se prepara con lacón y queso gallego o, para quienes buscan emociones más fuertes, su Sándwich de pastrami, una alternativa ideal para compartir, ya que llega en pan de pueblo y tamaño XXL. El relleno es abundante y la salsa de mostaza que le aporta jugosidad, una verdadera delicia.

Para los amantes del queso, imprescindible su Tabla de quesos, un clásico que nunca falla y que aquí incluye variedades de diferentes zonas de Europa. También es recomendable compartir (o quedársela para uno solo) su Burrata con tomates cherry confitados. Y el broche quesero básico, su Tarta de queso, el postre imprescindible; se acompaña de mermelada artesanal y, como todas las opciones dulces de este café, son 100% caseras.

En Café de Ruíz cada día se ofertará también un plato del día que se inspirará en cocina tradicional, como cremas o guisos. Para los fines de semana se guardan la carta del brunch, con algunas de las tostadas disponibles en su propuesta habitual y, por supuesto, opciones dulces. También los fines de semana potenciarán especialmente la hora del vermú, que se acompañará con aperitivos castizos especialmente hechos para la ocasión. Y para quien desee alargar la noche, en este café con historia también se puede hacer hasta bien entrada la noche porque hay toda una carta de cócteles clásicos, con los que dejarse fluir y, sobre todo, disfrutar de un entorno tan especial como éste.

EL IMPRESCINDIBLE es su Sándwich de pastrami, de tamaño XXL y un relleno abundante y rico, claro.

FÍJATE EN…las reseñas positivas que tiene la granja, el espacio más resguardado de este café, recibe este nombre porque en su momento aquí se vendían huevos y leche y el antiguo propietario del Café de Ruíz quiso hacer un homenaje a la antigua ocupación del espacio.

Leer más
‘greta’,-una-taberna-de-diseno-con-comida-castiza-en-malasana

‘Greta’, una taberna de diseño con comida castiza en Malasaña

Muy cerca de la Plaza del Dos de Mayo uno puede quedar con Greta. Si esto fuese una cita a ciegas, podríamos decir que ya de por sí el nombre resulta atrayente, lleno de personalidad. Cuando llegamos al número 26 de la calle San Andrés nos la encontramos allí: una casa de comidas de las de antes y también una taberna castiza con el lustre de antaño. De sus fogones sale un cocido madrileño bien contundente pero también otros platos que, si bien parecen los clásicos, suman un plus a las tapas y raciones de toda la vida. En el primer vistazo podemos decir que Greta nos ha entrado por los ojos, así que continuamos el cortejo. 

Desde fuera, una pequeña puerta con la cartelería inspirada en el Madrid más auténtico y castizo llama nuestra atención. Al entrar, vemos pequeños detalles que sí hacen alusión a ese local de siempre pero también otros que imprimen diseño y aire fresco al espacio de Malasaña. Una vez dentro, sabemos que este local pertenece a Quique Santamaría, J. Félix y Miguel Campillo, relacionados en parte con Clavel, uno de los bares de copas más bulliciosos de la Corredera Baja de San Pablo. Y ahí vemos parte de hermanamiento entre ambos lugares, sobre todo en ese guiño al bar de toda la vida que tienen ambos. Aquí, en Greta, vemos la barra de zinc, que combina con unos azulejos turquesas y unas vanguardistas lámparas de diseño. Al fondo del local un salón amplio, con una luz tenue y unas cuantas fotografías en blanco y negro colgadas por la pared. Pertenecen a Quique, socio y fotógrafo. La vida de Malasaña, el rollito castizo pero descarado está en estas imágenes y, por tanto, también en Greta. 

Greta, una taberna de diseño con comida castiza en Malasaña

CASTIZO ‘CON UN PUNTITO’ BY GRETA

Greta es uno de esos locales en los que apetece tomarse un vermut el fin de semana a la hora del aperitivo y también un espacio cómodo en el que charlar y alargar la cena. Entre semana el establecimiento solo abre a partir de última hora de la tarde pero los viernes, sábados y domingos despliega todos sus encantos como la casa de comidas que es. Aquí se prepara Cocido madrileño todos los domingos y los sábados ponen en marcha un espíritu menos castizo pero igualmente tradicional y preparan algún tipo de arroz. 

Si hablamos de la carta, esos guiños a la taberna de siempre son más que evidentes. Nadie sale de aquí sin haber degustado su Ensaladilla rusa con huevo frito y chanquetes, de textura melosa y con esa curiosa aportación del huevo y los chanquetes. A este emblema de lo que Greta es, se une un plato aún más tradicional: las Croquetas de jamón empanadas con panko japonés y, por supuesto, las de Cocido, otras de esas que no fallan. Bechamel cremosa, rebozado muy crunchy y sabor potente. ¿Quién da más?

Greta, una taberna de diseño con comida castiza en Malasaña

Pues sí, Greta nos sigue camelando y lo hace gracias a principales como sus Flores de alcachofa, esa cara tradicional y sanita que convence a los vegetarianos. Para los que no lo son, aquí preparan un Entrecot de 500g trinchado que hace las delicias de los carnívoros, al igual que ocurre también con su Bocata de torreznos cocinados a baja temperatura y que cuenta ya con unos cuantos fieles. Y continuando con la carne, aquí una de las mayores (y mejores) sorpresas que guarda las entrañas de esta taberna con nombre de mujer. Tuétano de vaca con steak tartar tradicional, una receta que rescata el olvidado tuétano y le agrega un clásico tartar preparado al estilo francés. Provoca curiosidad y encandila un poco más de Greta. 

Y es que en esta cita muy cerca del Dos de mayo esperábamos encontrarnos un crush con rollazo malasañero y la cosa ha ido más allá. Greta es muy Malasaña, pero también es un buen cobijo ante el postureo y el moderneo extremo que a veces se achaca al barrio. Un match de esos que nos reconcilia con los sabores sencillos, los que desde siempre han conquistado nuestro paladar. 

EL IMPRESCINDIBLE es su Ensaladilla rusa con huevo frito y chanquetes porque vas a empezar a salivar (literalmente) desde el momento en el que llegue a tu mesa.

FÍJATE EN… la selección de fotografías de Quique Santamaría que decoran el salón. Hablan de Madrid, de la vida de taberna, de todo eso que tanto nos gusta. 

Greta', una taberna de diseño con comida castiza en Malasaña

Leer más
el-nuevo-‘palentino’,-el-de-siempre-(como-nunca)

El nuevo ‘Palentino’, el de siempre (como nunca)

Principios. De eso se trata todo en El Palentino. De los que tuvo y lo convirtieron en el mítico de Malasaña y de los que tiene hoy Narciso Bermejo, asesor del nuevo Palentino. Unos principios que le han hecho reiniciar este proyecto con una mirada nostálgica sobre el lugar que fue, pero también muy consciente de los cambios que requiere la reapertura de un sitio así en 2019. Así que sí, bienvenidos al bar de toda la vida pero, ojo, que nadie se espere encontrar aquí una recreación del bareto malasañero de antaño. Esto es un homenaje: aquí hay guiños al pasado pero con la mirada siempre puesta al frente. 

Cuando uno se acerca a esta mítica esquina de la calle Pez diría que pocas cosas han cambiado. Se ha mantenido la fachada y el logo -revisionado por el artista Juanjo López-. Dentro del local también encontramos recuerdos de lo que fue en forma de las fotografías que Jonás Bel hizo de Casto, Loli y de la tribu fiel que cada día bullía en el Palentino. Porque, tal y como anuncia el prestigioso barman, el Palentino era sus clientes y esa normalidad y cotidianeidad con la que se trataba a todo el mundo que se acodaba en su barra, fuese cual fuese su procedencia.

El nuevo 'Palentino', el de siempre, como nunca

Y ese sí que es un punto que Narciso quiere conservar intacto. Embarcado también en este proyecto está el empresario Martín Presumido, del grupo Mamá Chicó. Él fue quien se interesó por el local -en un momento en el que las grandes cadenas pugnaban por él- y después de tener en sus manos el proyecto, le ofreció a Bermejo que fuese su partner. Así, Martín y su grupo son los encargados de la propuesta gastro y, cómo no, el que fuese el impulsor de Macera se encarga de la carta líquida. Todos sus destilados artesanales se encuentran tras la barra, hoy situada en el lado opuesto, que ya son marca de la casa de Narciso (7 Craft Bar y Nada 365) y que están etiquetados en honor al mítico hostelero del Palentino. El zinc de la barra de entonces se cambia ahora por el mármol y los ventanales que había tras ella proyectan luz sobre las mesas en las que apetece sentarse a comer. En la planta baja otras cuantas mesitas por las que también se ven pasar sus raciones. 

TAPAS, RACIONES Y COPAS QUE SE REINVENTAN

Los fieles del Palentino de Casto acudían allí, entre otras razones, por los bajos precios que mantenía el local teniendo en cuenta su privilegiada ubicación en Malasaña. Las copas y las cañas desfilaban por el local y entre ellas, también sus archiconocidos pepitos de ternera, bocatas variados y algún que otro sándwich mixto. Hoy la oferta se ha ampliado y especializado, aunque sí, aquí siguen estando sus míticos bocatas de ternera. Eso sí, ahora la carne procede de la sierra y el pan se elabora a diario. 

También se sirven aquí algunos de los platos más representativos de la gastronomía de bar de siempre como son, por ejemplo, las Patatas bravas o las Rabas de calamar. También hay Huevos rotos, pero se acompañan de jamón ibérico o zamburiñas. No faltan la Ensaladilla rusa o los Callos a la madrileña que, cómo no, saben a pura tradición. Además, desde Mamá Chicó han querido traer al céntrico local unas cuantas propuestas marinas que bien merece la pena probar como, por ejemplo, los Chipirones de pota encebollados o los Calamares en su tinta. A su carta en papel se une además una propuesta que se escribe en los ventanales, otro de esos guiños que el malasañero de toda la vida reconoce al primer vistazo. Precisamente para ellos han dispuesto una oferta especial los martes y los jueves de 16 a 20h, una franja en la que se mantendrán los precios del antiguo Palentino. Un gesto poco rentable hoy pero que, sin embargo, Narciso quiere tener con sus feligreses.

El nuevo 'Palentino', el de siempre, como nunca

En lo que se refiere a los destilados, la fuente de inspiración de Bermejo está en su trayectoria y también en la tradición, lo que la gente demanda en una taberna de siempre. Así, dentro de su oferta encontramos, por ejemplo, un Pantera rosa con ginebra macerada con mora, frambuesa, arándanos, zumos de lima o frambuesa o un apetecible Benidorm 1983, consistente en Ron macerado con cítricos, zumo de limón, jengibre y crema de coco. Nombres que invitan a una sonrisa cómplice como El mondadientes, La pesada de tu amiga, El novio del pueblo o el Paluego son otros de los destilados especiales que pueden consumirse aquí. 

Y antes de disfrutar en su barra, como ya lo hicimos, una última anécdota para cerrar el círculo: el último día del antiguo Palentino, fue el propio Narciso quien le sujetó la puerta a Casto al entrar. Lo cuenta con los ojos brillantes y él, que fue de los que pasó muchas veladas en este rincón de la calle Pez, encuentra ahí la razón de ser para este proyecto. A los haters del nuevo Palentino les recomiendan que pasen por aquí y después, ya si eso, juzguen. Lo que sobra aquí es cariño, pasión por lo nuevo y lo antiguo y sobre todo, principios de esos que hacen grandes los proyectos. 

EL IMPRESCINDIBLE es, por supuesto, el Pepito de ternera. Poco tiene que ver con el antiguo pero contenta a los nostálgicos y supera las expectativas del resto.

FÍJATE EN… las fotografías que se disponen a lo largo del local y que nos muestran la vida del antiguo Palentino, al igual que las lámparas, que se han conservado. También en el cuadro de un mixto huevo que corona el espacio principal y que recrea lo que ocurría en la cocina de antaño. 

*Fotos: Paco Montanet

Leer más
‘casa-28’,-carnes-premium-y-buen-rollo-en-malasana

‘Casa 28’, carnes premium y buen rollo en Malasaña

Laura Sutil

Un local no es solo su espacio, su oferta gastro o el buen trato de su personal. Hay toda una experiencia que mucho tiene que ver con ese je ne sais quoi que nos aportan ciertos lugares y personas. Al salir de Casa 28 uno se da cuenta de que sí, esa chispa ha surgido y las expectativas están cumplidas y superadas. No se trata solo de su local con más de cien años de historia, de su propuesta foodie que hace que los carnívoros acentúen su pasión o del rollito tan canalla como amable de todos aquí. Es todo eso y más. Es salir de aquí con el estómago feliz y un buen rollo difícil de explicar. Todo esto lo provoca una carnicería/ charcutería /barra degustación y sí, está en pleno Malasaña

A la concurrida calle Espíritu Santo quizás solo le faltaba esto. El argentino Adrián Rojas y su socio Roberto Quirant son los responsables de Casa 28, una carnicería cuya licencia data de 1912 y que, tras una remodelación, ha mantenido buena parte de los elementos iniciales. Desde su mítica fachada que conserva el aspecto del siglo pasado y tiene incluso cicatrices de la Guerra Civil -tal y como nos cuenta Adrián- hasta su interior en el que encontramos los azulejos blancos tan característicos de este tipo de negocio. También se conservan los ganchos en los que se secaban las piezas de carne antaño y una vitrina en la que se atesoran los cuchillos que hablan de otros tiempos. 

CASA28 carnes premium y buen rollo en Malasaña

UNA CARNICERÍA CENTENARIA CON MUCHO ROLLO

Nada más entrar nos recibe un mostrador que solo con mirar nos abre el apetito. Esta es la parte de venta al público de la carnicería como tal y guarda tesoros como la Cecina de buey premium de El Capricho, el famoso restaurante leonés en el que se come la mejor carne de buey del mundo según la revista Time. Y es que cuando uno degusta aquí una sola loncha de este manjar, no queda lugar a dudas: hay que seguir. Adrián, con trayectoria en importantes restaurantes de la capital, pone especial mimo en el trato de esta delicia y siente auténtico orgullo por ser el encargado de acercar a los madrileños un ‘productazo’ como éste. En esta misma parte de embutidos se encuentran también el chorizo, salchichón y morcilla de buey procedentes de este mismo proveedor.

Además, también hay referencias ibéricas de Carrasco Guijuelo junto a conservas de mar de calidad premium y algunos cortes de carne fresca con claro acento argentino. Un guiño a la tienda de ultramarinos de siempre y una mirada nostálgica a la carnicería que algún día fue. Eso sí, adaptada al ritmo del barrio, como el propietario nos cuenta. Y esto se traduce en que en Casa 28 todos los embutidos y carnes se puede llevar a casa o, si se prefiere, degustar en alguna de las mesitas altas que se disponen a lo largo del local. 

CASA28 carnes premium y buen rollo en Malasaña

BARRA DEGUSTACIÓN

Sentados en uno de los taburetes del local, Adrián nos habla de la pequeña carta que han confeccionado para hacer que el comensal disfrute de la carne. Antes de hincarle el diente a la primera pieza, un entrante más que apetecible: su Provoleta con tomate seco, un plato muy típico en Argentina que invita a mojar pan que, por cierto, aquí también recuerda a esa autenticidad de pueblo que impregna todo. Tras esta, nos ponemos manos a la obra con uno de los platos estrella de la carta: la Panceta a baja temperatura, melosa y crujiente, pepinillos agridulces y salsa de mostaza, muy jugosa y nada grasa. A ello hay que sumar la ensalada de encurtidos y la salsita que la acompañan y que solo vienen a acentuar lo bien ejecutado que está este plato. 

Seguimos con otra receta que robará el corazón a los que disfrutan de la buena carne. La Costilla de ternera, pimientos, berenjena y cebolla asada se cocina a baja temperatura durante horas. ¿El resultado? Súper meloso -el hueso se separa solo de la carne- y muy sabroso. Contribuyen a ello la salsa de chipotle casera y el pico de gallo que complementan el plato. Y que el ritmo no pare porque es el momento de viajar a Argentina y probar la Entraña con cremoso de patata acompañado de salsa de encurtidos. Presentado como un clásico tiradito, la calidad de la carne vuelve a marcar el plato en el que destaca, también, la salsa con un intenso sabor a cebolla morada encurtida. 

Antes de concluir, hay una sorpresa más. El rollito canalla no descansa y este establecimiento reserva un último cartucho para las noches malasañeras de los fines de semana. Los viernes y sábados, una pequeña parte de su barra permanece abierta hasta las 05h para ofrecer bocatas carnívoros que, claro, sientan de maravilla llegado cierto momento de la noche. Y así, a altas horas, uno le lanza un hasta pronto a esta Casa, un juego lingüístico que habla por sí mismo -CA(rnicería) y SA(lchichería)- y en el que apetece compartir con amigos.

EL IMPRESCINDIBLE es que degustes in situ un plato de Cecina de buey premium junto a una copa de vino y ya puestos, comparte la Panceta a baja temperatura porque no te va a decepcionar. 

FÍJATE EN… las pinturas que hay en la parte más alta de las paredes y en la que está representado el primer carnicero que abrió el local allá por 1912 y algunas de las piezas de carne que vendía. Unas pinturas murales hechas por un amigo argentino de los dueños y que hacen espectaculares incluso los baños del establecimiento. 

Leer más
‘estupenda-bar’,-un-templo-para-fans-de-twin-peaks

‘Estupenda Bar’, un templo para fans de Twin Peaks

Camareras con un vestido azul de inspiración yanqui nos reciben tras la barra de Estupenda Bar. Un vestido azul celeste con detalles blancos que nos traslada directamente a Twin Peaks y, más concretamente, a la cafetería que todo fan del universo Lynch conoce bien: el RR. Sí, la serie de culto que conquistó a varias generaciones a principios de los 90 tiene su espacio en Madrid y, no solo se inspira en ella para su decoración, sino que también lo hace en su carta de meriendas y cócteles. Todo ello en Malasaña; para ser exactos en la calle San Roque.

Sofás rojos de polipiel, suelo de baldosas rojas y blancas, paredas forradas en madera y papel pintado o típicos envases de kétchup y mostaza coronando las mesas. Entrar Estupenda Bar es adentrarse directamente a algún bar de carretera de peli americana. Y es que su propietaria, Estupenda Jones -nombre artístico de Silvia Prieto-, es fan (muy fan) del fenómeno televisivo creado por Lynch hace ya casi tres décadas. Y sí, ha conseguido recrear en este céntrico local diferentes escenarios de la serie.

Estupenda Bar, cafetería de Twin Peaks en pleno centro

Después de una primera estancia protagonizada por la barra, llama la atención una antigua jukebox que se sitúa justo debajo de una foto de Lynch quien posa con parte del elenco de la película estrenada en 1992. Entre ellos está, como no podía ser de otra manera, el icónico David Bowie. Al fondo de esta planta, un gran salón de estética similar en el que hay espacio para seguir descubriendo detalles de la decoración que no se le van a escapar a un auténtico fan. Pero el plato fuerte aún no ha llegado: bajo las escaleras está lo mejor.

La Red Room tiene su espacio aquí y nos recibe con ese suelo geométrico y esas cortinas rojas que, con solo un golpe de vista, nos mete directos en el surrealismo de esta ficción. The Roadhouse se despliega también en esta parte con la luz rojiza de un neón en el que se lee ‘Bang Bang Bar’, idéntico al del establecimiento que también aparecía en Twin Peaks. Es esta parte de Estupenda Bar la que mantiene ese ambiente algo más oscuro e íntimo. En esta zona hay también un especial recuerdo a Laura Palmer, altar incluido. Y hasta ahí podemos leer.

Y con una estética tan particular, la oferta gastronómica no podía ser menos. ¿Adivinas qué puedes pedir en las comandas? Sí, aquí se come tal y como lo hacían los personajes de Twin Peaks.

CARTA 100% USA

Tengamos algo en cuenta: Estupenda Bar es un lugar pensado por una fanática de la esta serie de culto para otros adictos a esta trama. Por eso, en su oferta gastro no faltan platos que siguen esa filosofía. ¿Recuerdas, por ejemplo, que el agente Cooper disfrutaba de su café solo acompañado de una Cherry Pie? Sí, esta tarta de cerezas está aquí y, ya sea por el rollo fandom o por lo sabrosa que está, es una de las imprescindibles de su carta.

Y es que Estupeda Bar es un gran lugar en el que darse un homenaje dulce y organizar una merienda con buenas dosis de azúcar, tal como se haría en Twin Peaks. Hay Tortitas con sirope de arce y, otro de los preferidos: un Brownie de chocolate acompañado de helado de vainilla. Coronar la tarde edulcorada es fácil con alguno de sus batidos, entre los que destaca el de fresa, elaborado con helado y una abundante cantidad de nata y chucherías.

Además de esta cara ‘diurna’, Estupenda Bar guarda cartuchos para sorprender cuando cae la noche con una amplia selección de cócteles. Como imaginarás, los cócteles también continúan ese rollito inquietante con nombres y presentaciones tan curiosas como el Laura Palmer, un bloody Mary ‘muy Lynch’. Lo preparan con vodka, zumo de tomate, zumo de lima, tabasco, sal, pimienta negra, salsa perrins y apio y llega a la barra en una bolsa de plástico. ¿Algún fan ya sabe por dónde van los tiros? Y, por si tanto misterio sin resolver te abre el apetito, ahí está su Hot dog clásico que tiene, además, una opción vegana. Para quien busque sabores más intensos, en lo que a cócteles se refiere, que pruebe el Audrey Horne’s American Belle -sí, así se llama el combinado e incluye una cereza- preparado con licor de Marraschino, Amaretto y Bourbon.

Y así, entre tragos y azúcar, uno sale de Estupenda Bar pensando en revisionar Twin Peaks unas cuantas veces más, escuchar música de Bowie y divagar en la barra con el mismísimo agente Cooper. Lo corroboramos: la arrolladora personalidad de Lynch está en cada rincón de este local al lado de Gran Vía.

EL IMPRESCINDIBLE es su cóctel Laura Palmer. Esa versión del Bloody Mary no solo gusta por su sabor, sino que además tiene una presentación que no deja indiferente a nadie.

FÍJATE EN… las fotografías que decoran las paredes del local. Algunas son de la carretera que lleva a Twin Peaks o el puente y han sido sacadas por la propia dueña del establecimiento en sus viajes al Twin Peaks real.

*Fotos: Paco Montanet

Leer más
tascas-renovadas-en-malasana:-castizas-y-actuales

Tascas renovadas en Malasaña: castizas y actuales

Ricardo Lampérez

Malasaña es uno de nuestros barrios favoritos por muchísimas razones: además de sus gentes y su espíritu diferenciador, sus calles están en continua efervescencia y en un proceso de cambio constante.  Aunque es uno de los destinos favoritos de los madrileños para salir de noche, de día sus plazas siguen llenándose como antaño  y tanto comercios tradicionales como tascas castizas mantienen su público a pesar de los cambios de vecinos y al caos urbano. Algunas incluso han sabido aprovecharse de la evolución natural de Malasaña y convertirse en la mejor versión de sí mismas, mudando su piel pero manteniendo intacta su esencia ‘chulapa’.

Aquí recopilamos cuatro tascas renovadas que te sorprenderán por su esencia, sus sabores y su atmósfera castiza. ¿Te vienes?

EL AMOR HERMOSO

tabernas renovadas en Malasaña: cuando lo castizo y lo moderno se fusionan

Un bar de toda la vida pero con un toque chic y diferente; este es el espíritu de El Amor Hermoso, un coqueto local en plena calle Palma. Este antiguo bar especializado en cocina extremeña ha resurgido después de un año cerrado, cuando Ángel y Víctor decidieron cambiar el concepto por completo y darle un nuevo aire al barrio. Del negocio anterior únicamente han quedado algunos pequeños jarrones y otras piezas de decoración, pero el resto del establecimiento ha sufrido un completo lavado de cara, transformándose en un rincón hogareño y divertido donde la simpatía y el ‘amor’ -nunca mejor dicho- son los protagonistas.

Su vermut granizado se ha convertido en su seña de identidad, y la razón por la que muchos de los vecinos de la zona se dejan caer por aquí a la hora del aperitivo. Su clientela es de lo más variopinta (para eso estamos en Malasaña), y la diversidad es la reina del local. Sin renegar en ningún momento a su procedencia, Ángel y Víctor han traído hasta aquí la que quizás sea la tapa más popular de Murcia, La Marinera: una base de pan en forma de barquillo ovalado sobre la que descansa ensaladilla rusa y una anchoa en la parte superior.

También son reseñables sus bocadillos, siempre con pan de cristal, entre los que destaca el de Calamares con mayonesa de pera -estandarte de esta mezcla entre lo castizo y lo chic-. Además, sirven ensaladas, tostas, croquetas y distintas versiones de una clásico tabernero donde los haya, los huevos rotos (con jamón, gambas o gorgonzola). Y a mediodía, el preceptivo plato del día: una receta de cuchara a un precio competitivo para calmar el frío otoñal e invernal. 

tabernas renovadas en Malasaña: cuando lo castizo y lo moderno se fusionan

Dirección: Palma 62, Noviciado / Precio medio: platos y raciones, 4-10€; plato del día: 6,50€ / Más información en su página de Facebook

BODEGAS RIVAS

tabernas renovadas en Malasaña: cuando lo castizo y lo moderno se fusionan

Bodegas Rivas es uno de los bares de la calle Palma que más años lleva acompañando a los vecinos. Desde 2017, y después de que en 2016 sufriera una reforma integral, esta mítica tasca ha pasado a las manos de los responsables del también vecino bar Carmencita. Y como no podía ser de otra forma, el nuevo Bodegas Rivas ha incluido en su carta la joya de la corona de su hermano mayor: el brunch. Aquí, todos los sábados y domingos a mediodía podremos disfrutar de mimosas, bloody mary, huevos benedictinos o hamburguesas. 

En cuanto a la carta, Bodegas Rivas se ha dedicado a continuar con la tradición y con los platos caseros que tanto han abundado en este local, imprescindibles en cualquier local de alma tabernera como las Albóndigas en salsa casera o la Carrillera en salsa de vino, siempre servidos en platos de barro recién sacados del horno. En su afán por la modernidad, también han incluido algunas opciones interesantes, como sus Papas con mojo de guacamole, o las hamburguesas, con carne de vacuno hecha a la plancha y suculentos acompañamientos como queso cheddar, mayonesa de chipotle o bacon.

Una verdadera tasca de toda la vida pero acondicionada a su tiempo, con raciones generosas y precios ajustados (ofrecen la posibilidad de pedir todo por medias raciones), donde una cosa está clara: vayas el día que vayas, el vermut de grifo no faltará.

tabernas renovadas en Malasaña: cuando lo castizo y lo moderno se fusionan

Dirección: Palma 61, Noviciado  / Precio medio: raciones, 6-19€ euros; brunch: 11€ / Más información en su web

CLAVEL

tabernas renovadas en Malasaña: cuando lo castizo y lo moderno se fusionan

Para terminar este recorrido, ¿qué mejor que tomarnos una caña tirada como los cánones mandan en uno de los locales más auténticos de la Corredera Baja de San Pablo? Regentado ahora por Félix y Quique, dos amigos del barrio ‘de toda la vida’ y que han vivido la cultura de los bares como nadie, este local se ha convertido en el máximo exponente de la noche malasañera.

Música, cultura pop, personalidad y copas hasta altas horas de la madrugada; esta tasca renovada guarda destellos de su pasado -como la cristalera de metal de la entrada y la barra de azulejos- pero ha sabido reconvertirse para atraer a la juventud de la zona. Lo más destacado de Clavel es el gran mural que ocupa toda la pared izquierda, realizado por el artista Nicolás Villamizar. Con referencias al cine, a grandes grupos musicales o a la iconografía pop, envuelve este espacio un aura magnética. Hechiza el escondido póster de ‘La Violetera’ -mítica película musical de 1958 protagonizada por Sara Montiel- que nos da una idea del nombre detrás de este proyecto: el clavel, la flor que lucían en la solapa los chulapos, te acompaña aquí para que te engalanes de diversión durante la primera -o la última- copa de la noche.

tabernas renovadas en Malasaña: cuando lo castizo y lo moderno se fusionan

Dirección: Corredera Baja de San Pablo 18, Tribunal/ Precio: Doble de cerveza, 3€ / Combinados a partir de 6€ / Más información en la página de Facebook Clavel Malasaña 

Leer más

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies