Bares



Alfonso Ondarroa

Las tortillas de La Martinuca fueron creadas para tocarnos la patata. No podía ser de otra forma pues su creador, Víctor Naranjo, ha recuperado la receta original de su abuela, Martina, que vive en un pequeño pueblo de Castilla La Mancha. Una receta tradicional y muy sencilla que ha convertido en producto gourmet elaborándola con productos de primera: huevos de una granja de Ávila, patatas monalisa de Valladolid, aceite arbequina de Jaén y sal de Santa Pola. El éxito de su delivery fue inmediato.

Tras triunfar en delivery ahora podemos tomar sus estupendas tortillas acompañadas de un buen café, un vinito o una cerveza en el primer despacho de tortillas de La Martinuca. La calle Barquillo, en Salesas, ha sido la elegida para esta taberna que, según nos cuentan, no será la única pues ya tienen un plan para abrir otros espacios idénticos en diferentes localizaciones de Madrid. El diseño de la sala corresponde a Francisco Segarra.

Han querido denominarlo ‘despacho de tortillas’ porque aquí sirven durante todo el día sus célebres tortillas de patatas. Para llevar o tomar en barra o en alguna de las diferentes mesas altas que se reparten por el local. En este caso, la tortilla se sirve acompañada de una generosa rebanada de pan de masa madre de Panod (que tienen un obrador a escasos metros de la taberna), riquísima también. No exageramos cuando decimos que la combinación de la tortilla con el pan ha hecho llorar a más de uno.

Además de las tortillas, la carta de La Martinuca incluye también conservas, ensaladilla rusa, jamón o quesos; bocados que nunca fallan y que sirven de perfectos secundarios a la principal protagonista de esta moderna taberna. Hay incluso postres top: la tarta de queso de Alex Cordobés y una increíble tarta de zanahoria que también procede de Panod.

Para beber vais a contar con un excelente café de especialidad, cerveza y vinos seleccionados de pequeños productores que hacen de este despacho de tortillas un destino ideal para cualquier momento del día.

¿Te ha gustado?

¡Valóralo!