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‘Sígueme Sígueme’ y ‘La Santoría’, doble sorpresa en el Barrio de las Letras

Hubo un tiempo en el que el Barrio de las Letras nos ofrecía un buen número de locales bien castizos y auténticos. Ahora, aún brillando éstos con fuerza, llegan al barrio nuevos vecinos que llaman a la revolución sin complejos y sin normas. Es el rollito que se gastan los chicos de Sígueme Sígueme, un pequeño bar especializado en cava y quesos en la calle Lope de Vega. Ellos son, además, los responsables de La Santoría, la segunda parte (literalmente les separa una cortina) de este mismo local de Huertas que es coctelería y sanador de almas, todo en uno. Pero, tranquilidad, vamos paso a paso.

Cuando uno entra en el cava bar Sígueme Sígueme, se encuentra con un pequeño cuadrado de paredes blancas -con algunas  firmas y dedicatorias de sus clientes, eso sí- en el que se sirven cavas, vinos y quesos. Sin duda, una premisa bastante apetecible de lo que encontraremos aquí. Los vinos son todos naturales y de procedencia española, tal y como nos explican Bernardo Bongiovanni y Mariano Amor, responsables de este ecléctico local, al que dan vidilla con una sonrisa y una charla animada que invita a volverse un fijo de este rincón. Mientras charlamos con ellos, probamos una de las tablas de quesos españoles que varían prácticamente cada semana y picamos también unos tomates encurtidos, una rara avis que sabe a gloria. Combinar este picoteo con una bebida aquí es fácil: el vino naranja (con un aroma y un sabor muy sorprendentes) es una de las alternativas más curiosas que nos proponen Bernardo y Mariano.

SIGUEME SIGUEME tabla de quesos españoles y tomates encurtidos y cava

Uno de los puntos a los que más importancia le da Bernardo, sommelier, es que quieren que sus clientes nunca se aburran y continuamente descubran algo nuevo. Por eso, aquí no hay una carta fija, si no que cada semana ellos buscan nuevos productores de vinos naturales y traen a Huertas nuevas referencias tanto de blancos como de tintos. Y es que, igual que su carta muta continuamente, así lo hace este local en el que SIEMPRE pasan cosas divertidas. Así que ahora sí, ¡sígueme, sígueme!

LA SANTORÍA, EL ALTAR PAGANO A LA COCTELERÍA DE AUTOR

Una vez que hemos disfrutado de este aperitivo tardío, toca deslizar la cortina de terciopelo y adentrarse en La Santoría. Una vez aquí, algo ocurre con un primer vistazo: recibimos tantos y tan interesantes estímulos visuales que solo podemos deambular con la mirada por todas sus paredes y dejarnos deleitar por su decoración. Y es que este espacio pretende ser una exaltación de esa santería latina que tanto se exporta a Europa; eso sí, vista con gracia y con sobrado arte. Así concibieron desde el principio este negocio Bernardo y Mariano. Ellos se conocieron trabajando en un bar de Buenos Aires y de ahí su pasión y buen hacer en el mundo de la mixología.

Antes de pasar a probar sus creaciones, detengámonos a examinarlo todo. Aquí se cuentan por centenares las estampitas de santos que los colegas de los propietarios han traído desde el otro lado del charco. Hay también lugar para los santos paganos, como el altar a Gauchito Gil -un santo profano venerado en Argentina-, que se sitúa al fondo del local y que es, sin duda, una de las partes más instagrameables del mismo. Tampoco faltan aquí dioses ancestrales, como las figuritas de Changó o Yemanyá, la precursora de la cristiana Santa Rita. Y así, un buen número de santos (y no tan santos) y figuras customizadas en clave kitsch nos observan mientras nos deleitamos con los tragos que nos sirven en esta barra.

SIGUEME SIGUEME cocteleria

Tal y como señala Mariano, las religiones son fusiones y, sí, aquí de buenos mixes saben mucho. Su carta se compone de cócteles de autor y, como ellos mismos dicen, ‘los combinados de La Santoría son otro mambo’. Se han ideado acorde a la idea que rige el resto del local. Así, han creado una carta en la que cada una de sus elaboraciones sirve justamente para sanar un mal o superar un obstáculo. De hecho, bajo el sobrenombre de ‘Hechizos de amor’ se despliegan estos combinados entre los que destacan el Agua de Florida, un limpiador espiritual, a base de gin, vermut y flores y con un sabor dulce que conquistará a los más golosos. Y de un ‘hechizo básico’, pasamos a uno más complejo: el Amansa guape es un cóctel pensado para amansar a la persona amada y rebelde y se prepara a base de vodka, miel, lima y cava.

Si se es «intensito», al menos en lo que a sabores se refiere, los chicos recomiendan tomarse un Vence todo, a base de tequila, mezcal, lima y pandam. Nada que ver con este, pero muy gustoso y todo un espectáculo para los sentidos, es el Abre caminos, que mezcla vodka, frutos rojos, jengibre, lima y miel y que, como su nombre indica, nos hará encontrar nuevas oportunidades. Uno sencillo, pero que todo lo puede, es el de los Siete poderes, con gin, mate y tónica que se acompaña con una estampita de Maradona para que no olvidemos que la esencia es Argentina y que aquí los santos paganos están a la orden del día.

Los chicos de La Santoría nos cuentan que quieren que sus clientes se sienten en la barra y les cuenten sus vidas, que encuentren a alguien que les escuche y que todo sea divertido. Y es que ellos creen que un altar a la santería puede ser un gran lugar para desacralizar la coctelería. Desde luego que sí.

EL IMPRESCINDIBLE es que pruebes alguno de los cócteles de autor. ¿Nuestra recomendación? Atrévete con aquel que sirva para solucionar el obstáculo que hayas encontrado en tu vida. ¿Por qué no intentarlo?.

FÍJATE EN… toda la decoración de La Santoría merece detenerse. Una de las piezas más especiales es un Jesucristo customizado que, en lugar de dos manos tiene tres y está pintado con colores flúor.

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